Saber mirar

Por no saber
como mirarte,
te perdí.

Mientras iba al trabajo ésta mañana, escuchaba una canción que contenía estas letras;

Por no saber
como mirarte,
te perdí.

Así es la vida, se encarga de enseñarnos,

se encarga de enseñarnos a valorar las cosas esenciales.

A veces llegan a nuestras vidas riquezas y tesoros, sin saberlo, sin tener la capacidad de apreciarlas y valorarlas en su momento, y por no saber ejercer ésa capacidad o por no tenerla, la relación (si alguna) mengua de alguna manera y se van.

Y cuando se van, y no vuelven, duele.

Es el dolor el instrumento útil, que marca y desgarra para enseñarnos a valorar.

Pero la vida es buena, en algún momento quizás vuelven, y si no vuelven vienen otros u otras con el mismo valor, y es ahí el momento adecuado para atesorar y vivir.

He saboreado ambas posiciones,

el no saber mirar,

y en la de que no me saben mirar.

Ojalá y la vida nos brinde oportunidades y nos coja con la capacidad de saber mirar, y admirar, de cuidar y valorar.

Porque de lo contrario es como dice la canción...

Por no saber
como mirarte,
te perdí.

Lo idóneo, dos almas que sepan mirarse, admirarse, y valorarse.

M.

Líneas

Ya es indispensable

leer sus líneas

y a veces digo

y en otras me pregunto

si así se lee en la pantalla

¿cómo disfrutaría la lectura

desde su puño y letra?

Que regalo sería

recibir una servilleta

escrita desde su tinta

desde su pulso

desde sus dedos y mirada.

Que ungüento para mi alma

sería oler sus escritos perfumados

por su sudor y lágrimas.

Me encantaría que dijera algo asi

¨Te espero en la calle Luna

cerca de la Media esquina¨

M.

Se apaga la luz

Sale del bar, luego de una espera suficiente. Atónito, con la cabeza balada, nadie se percata sólo él. Solo él sabe que cuando le dirigen la palabra, entra y sale sin efecto, no oye ni escucha nada, sólo se concentra en el porqué, que palpita en su corazón.

Camina arrastrando ya los pies, los cuarenta y tantos son largos, y unas copas bordadas por encima pesan más, son aguas de Spirits. Camina con la cabeza semi abajo, desliñado, lo apostó todo sobre aquella mesa, lo dejó todo en aquella silla cansada de tanto esperar junto a él.

Y mientras camina, va dejando en cada esquina, aquello que le recuerde y le alimente la desilusión. El sombrero se lo regaló a un niño que jugaba el fútbol.

Llega a su casa, abre la puerta.

Entra a su casa, cansado, allí le esperaba su perro ladrando,

se acuesta en su cama descalzo, porque también dejó en aquel bar los zapatos.

Zapatos del color de la mesa del ajedrez, blanco y negro algo puntiagudos, no quiere pensar, está en jaque, suena el teléfono, se saca el pañuelo y escribe con cenizas de cigarro la palabra ¨Mate¨, y mientras sigue sonando el teléfono, él gentilmente tiende el pañuelo sobre la mesa de noche, y apaga la luz en el cenicero.

M.

Al son de un tanguito

Le invito a bailar porque nos queda muy bien cada pieza.

Ella se pega tanto a mi cuerpo, y a mi me encanta porque me alimenta, me llama a desbordarme, en cada roce, en cada insinuación, en su apego, en cada suspiro y aliento derramado cerca de mi boca...me embriaga con el vino de sus palabras, y me perfuma la piel.

Ya su aliento

es mi alimento.

Mientras nos bailamos, le digo al oído:

Necesito estar en ti, en tus brazos,

jugar con tu pelo, soltarlo, y verlo volar.

Escucharlo reír.

Buscar el beso,

rogártelo

y lograrlo,

agarrarlo

y aprisionarlo,

aprisionar tu boca en la mía

hasta saciarla,

embriagarla

y si posible

preñarla

de sabores

de ilusiones

y sueños.

Como cuando saboreo tus hombros,

tu cuello, tu nuca,

mientras acaricio tu espalda y tu pecho.

Todo gira y camina cuando estas aquí,

me gusta que me bailes al son de tu tanguito,

que me subas tu pierna y la enrosques en mi.

¡Agárrame!

Me gusta sentir el deseo

la pasión que late

e invita a amarte.

Mis manos encuentran un camino recto y divino,

sacian su sed y hambre, mientras mi boca busca tus labios,

y en ése camino, en ése andar lame un surco rodeado

de montañas por cuya cima

cae agua bendita y

se encuentra el aliento tibio que le acaricia,

dos almas gemelas y un altar.

Una fuente,

fuente inagotable

que brota lágrimas

de leche y pizca de sal.

Nostalgia.

¡Vida!

Cuando cierro mis ojos

estas ahí,

cuando relajo mi cuerpo

del afán diario

y cierro mis ojos

para pensarte

estas ahí,

precisamente ahí

esperándome para amarte

acariciarte

besarte

y comerte.

Estoy ahí

susurrando

en tu oído,

estoy ahí

paseándome

a mil latidos

estoy ahí

lamiendo tu espalda

estoy ahí

levantándote la falda

estoy ahí

tomándo tu jugo

estoy ahí

totalmente desnudo

Tuyo.

estoy ahí

desbordándome

para ti

estoy ahí.

¡Vida!

Estoy ahí.

Abro mis ojos después de hablarle al oído,

y miro su rostro,

nos miramos, nos sonreímos,

y en complicidad nos elevamos en pleno éxtasis,

allí, en aquella loza, que se sigue moviendo al son de un tanguito.

M.

Poquito a poco

No he terminado

de acariciarte.

Todavia tengo hambre de ti,

aún tengo fuerzas

para seguir abrazándote

y hacerte de mi,

de mi vida,

de mis deseos.

Eres interminable,

una noche no es suficiente

para amarte

para acariciarte

y contemplarte.

Un beso no es absoluto

cuando deseo derramar

mi ser en tu boca.

No me canso de mirarte

de mirar tus ojos,

tu piel

tu boca.

¿Tu boca

tiene sed?

¿También se desgana

sufre desespero,

se queda sin aliento?

Solo sé que mis fuerzas

siguen un camino,

un destino

que conducen

hacia ti.

Poquito a poco

me voy despacio

saboréando

cada detalle

cada línea

de tus labios.

Poquito a poco

me voy consumiendo

y sumergiendo

en tu cuerpo

en el baile

de las olas

de tu piel.

Poquito a poco

despacito

voy despertando

tus deseos

tus recuerdos

asi

te quiero.

Poquito a poco

despacito.

M.

Pues cambié el vicio de ver novelas (por televisión), por el Blogger,

ya hace mas de un año.

Me encanta el Blogger, porque me fascina la lectura y la escritura.

Es fascinante, a veces alucinante interactuar con el autor de un libro, en éste caso un blog.

¿Cuantos autores no he leído?

¿Y de cuantos me enamoré?

Me enamoré de su sabiduria, de su arte, de sus letras, del pan comido en cada verbo leído.

Es un privilegio interactuar a través del Blogger.

La verdad es que visito por lo general a quienes me leen y me visitan, a otros los leo en silencio, y aprendo, sin interactuar.

Lo más que me maravilla es saber que existe un alma, una persona al otro lado.

Un alma que no veo, y ¡alabanzas por ello!, porque éso me impide discriminar.

Limitarme a leer y aprender, e interactuar con una persona totalmente imaginada en lo corporal, imaginar su rostro, su mirada, sus ojos, su pelo, su piel....

Y algo he descubierto y en ello somos privilegiados, a veces leemos por aquí intimidades de muchos, que su familia cercana (físicamente) no saben ni se imaginan.

Leemos almas y pensamientos y hasta las intenciones del corazón.

¡Me fascina!

También me he dado cuenta que estamos buscando por lo general un mensaje, que alguien nos hable, una palabra, un verbo.

Otros a la larga siempre piden fotos, web cam, micrófonos, etc.

Yo no, yo no entro en esa zona, no cámaras ni micrófonos (por ahora de esa agua no quiero beber), porque me encanta emplear la imaginación.

Dejar correr la imaginación a través del Blog, es exquisito, y se puede volar sin limites.

Una imagen ya hecha o creada limita la imaginación y la potencialidad de crear a través del Blog.

Aunque vale también la intención de dejarse ver tal cual.

Me encanta el Blog porque a través de éste medio se tocan almas, pensamientos, intenciones y también se toca el corazón.

Se crean lazos y amistades, se palpa de todo, celos, distancias, rupturas irreparables, llanto, de todo se siente y se vive a través del Blog, para mi es un mundo, mundo real, aunque no visto, un mundo real-mente imaginado, en donde se vive a puro sentimiento.

Un detallito he confirmado con los blogs,
las letras no tienen sexo intrinseco,
nuestros conceptos las visten de hombre o mujer.

Al momento de escribir simplemente dejo fluir el amor.
Amor que tampoco discrimina ni elige en ser hombre, mujer, transexual o bisexual.
El amor simplemente ES.

A estas alturas, toda una ofensa para el amor y las letras que le vistan de falda o pantalón.

¡Carajo, déjemos que el amor sea libre!
Libre para escoger, libre para expresarse
libre para amar.

En fin, El Blogger es...
¡Todo un privilegio!


M.

Calor

Te quiero,

llevo diciéndolo meses,

llevo en mi carne un gemir

un deseo elocuente,

en cada verso ardiente.

¿Te anhelo?

desquiciadamente.

Vengo diciéndolo

y de tanto decirlo

ya no me creen,

me dan por loca

por viciada

y desesperada.

Arrancarme el deseo,

y la pasión que me consumen

y no entienden.

Si, ¡ ... !

te deseo.

Deseo comerte,

tragarte poquito a poco,

sentir intensamente

mi cuerpo ebrio cada instante

que te absorbo.

Gritarlo, quiero gritarlo,

llevo meses tratando de gritarlo,

y me aprieta el pecho

me consume la llama,

se secan las lágrimas

de tanto calor.

Te quiero

te beso

la llama me arde

y me consume

de noche

me seduce

me llama

me aprieta

me desespera

enamora.

Es un desespero

de algo

que no veo.

Grito, clamo, vocifero, muerdo

me consume un amor

que me corre el cuerpo,

me consume y arde

inmisericorde,

...ya no sé que hacer...

He intentado hacer,

he socorrido al no hacer.

Escucho una voz

una voz oscura

que se ha aferrado a decir:

¨Falta poco,

sólo nos resta

desbastarte el corazón,

aumentarte la dosis de soledad

y vacio interior.¨

Otra voz aferrada dice:

¨Grábale en su carne

el deseo de Nunca Más.¨

M.

Admiración

Algo ves en mi
que siempre escapas,
aunque en cada esquina
te espero
en otras instancias te busco
siempre te escapas
como el agua,
te evaporas
te liqueas.


Quizás naci para no ser compatible
para no palpar, solo para admirar,
eso,
mirar,
nada más.



Esa es mi parte,
mirar, admirar,
deleitarme
en silencio
y meditar.



Me lo han dicho tantas veces
y ya me lo creo.


Sólo puedes
mirar
y ad-mirar.





M.

Labios

Mientras te abrazaba tiernamente

me preguntaste por mi boca, por mis labios,

los vistes rasgados y agrietados.

Pregunté en silencio, ¿qué no logran ver tus ojos?

Me maravillé porque pudiste ver cierta belleza

en unos labios secos, sedientos, rotos y quebrantados.

Me preguntaste por ellos,

y te dije que hace largo tiempo que no besan.

Que desconocen el olor a púrpura, y que

sólo le ausculta un celaje de recuerdos

que le han quedado cautivos.

Y mientras miraba tus ojos,

tus dedos tocaban mi boca y mis labios,

suavemente como si fuera

la piel de un bebé.

Y te mordí suavecito uno de tus dedos, sonreíste

y seguiste tocando mis labios,

y no pude otra cosa que besar cada uno de tus dedos,

y besar la palma de tus manos.

Te miré fijamente y con amor te dije;

¨Están secos mis labios¨.

No tienen dueño, ni ungüento.

Me mirabas con tanta ternura...

Te dije:

¨Belleza, Yo sólo quiero abrazarte¨,

pero me mirastes con cierto decoro,

y me dijiste,

¨y Yo quiero besarte¨.

Metiste tu mano derecha en tu pecho y magistralmente sacastes ungüentos,

empezaste a sanar mis labios, mis heridas que en algo ardían,

y no pude contener mi deseo de llorar,

de mirar al Firmamento.

Yo solo quería abrazarte,

sentirte cerquita de mi pecho,

abrigarte, y Hoy,

Tú me sanas El Verbo...

de mis labios, la boquita que se fue consumiendo en sal.

Mientras ungías mis labios,

Yo no paraba de rezar y dar las gracias,

mis ojos te sonreían constantemente

confundidos en lágrimas de sal.

¨Eres tan Bella¨.

Sanastes heridas...

Y te dije:

Escríbeme tu nombre,

traza unos versos y una poesía en mis labios,

dejas tus huellas para nunca olvidarme de ti.

Píntame los labios

con sabor a ti

Dale ungüento a mi boca

apropiate de mi.

Sé la dueña de mi piel,

de la piel de mis labios.

M.

¡Que liberación!

Tengo días que llego tan cansada a casa

que quisiera acostarme a dormir hasta el otro día

con todo, con ropa y zapatos.

Tengo días que me quito todo en ceremonia y celebración,

deleitándome en disfrutar el quitarme los zapatos que me aprietan,

y estirar los deditos, y sentirlos libres, estirarlos, y sobarlos un rato,

ponerles crema, sobar el talón y el pie entero, que relajamiento,

y que agradecidos quedan.

Así el quitarme la ropa e ir liberando mi cuerpo de atuendos básicos y forzosos,

ir tocándome la piel, y sentir su agradecimiento.

¡Que rico es estar sin ropa!

¡Que liberación!

¡Que sensación!

¡Que sanación!

Y mientras me libero de los atuendos,

se llena la bañera de agua calientita, de aromas, de vapor,

de agua caliente, se empañan lentamente los espejos,

me recojo el pelo,

allí me espera, en el altar de espumas y espejos empañados

un alivio y grato momento, lleno de aroma e imagenes de esplendor.

M.