Necesito Un Hombre que me salve de mis cárceles y mis prisiones.
No me creo, yo misma no creo que esté diciendo que necesite un hombre que me salve. No creo que exista, lo probaría a fuego, y de seguro se rajaría.
¿Un hombre que me salve, que me lleve de la mano?
Tiene que ser algo o alguien extra humano, que tenga atributos, cualidades que satisfagan mi siquis, y la convenzan de que podría salvarme.
Salvarme de las voces internas que me atormentan, salvarme de las señales equívocas, salvarme de mis deseos erróneos, salvarme de malos hábitos...dañinos.
¿Pero quién? (sonrío).
Lo que me daña la siquis es aquello que me dice has ésto o aquello, son leyes humanas, son reglamentos impuestos, que me impiden que haga, y desobedezco, lo hago o no lo hago, no le pongo empeño, conciencia de culpa. Deberían derogar las leyes y los deberes, los reglamentos, quizás así estemos mas tranquilos o estemos arrancándonos la conciencia en un caos.
¿Quién me salva, quien me libra, quien me saca del hoyo, quien me lleva de la mano y me saca de la oscuridad, de las tinieblas, o sería mejor aprender a jugar con ellas?
Tormentas... Fuera !
¿Quién me salva de mis cárceles y prisiones?,
de esas que llevo adentro, y que nadie las ve, ni las conoce...
Un hombre que me salve, por Dios !
Necesito algo, alguien que me diga:
Vuelve a nacer, olvida tu vida pasada, entierra todo lo que te atormenta y vuelve a nacer, quizás en un pesebre, no abandones la experiencia, dicha experiencia será tu guia, tu estrella, lo que te indique que hacer y no hacer.
Necesito un Hombre que me diga: El camino a seguir es el camino del amor y de la paz.
Necesito un ser Admirable, Consejero, Fuerte, Padre y Rey de Paz.
Ese es el hombre que necesito, un Padre que me agarre en sus brazos fuertes, que me apriete y me haga sentir segura, que su mirada tierna me transmita paz, y que al momento de abrir su boca me dé un sabio consejo, mi padre, mi amigo eterno...
Necesito un hombre con quien pueda caminar de la mano... embelesarme en él de manera admirable.
¿Qué busco... un padre, un hombre, un macho, un hermano, un amigo, un dios, un superhéroe ?
No, no busco a un hombre, no busco ni pretendo que nadie me nazca en un pesebre.
Busco la salida.
La puerta.
El entierro
la resurrección
y la vida.
¿Busco un hombre, que me salve de mi misma?
O lo correcto sería, Yo salvarme a mi misma, abriendo mis puertas, las puertas de mi alma, y sacando YO MISMA, todo aquello que no sirve, malos hábitos, malos pensamientos, enterrarme a mi misma, enterrar mi pasado, aquello que me atormenta, enterrarlo o quemarlo, tornarlo en cenizas que se lleve el viento...
¿Pero cómo los entierro, si me persiguen?
Quizás, no alimentando el recuerdo, no abriendo la puerta del pasado.
Me enterraría completa.
Y después de enterrada...¿querré resucitar?
Sinceramente no. No quiero resucitar.
Viviría eternamente en la nada, en el silencio apacible, en unos brazos fuertes, en el susurro de un consejo sabio y admirable, dormiría en los brazos de mi padre o de mi madre... eternamente, disfrutando de la paz.
Si, ése es el hombre que yo necesito, necesito que con sus palabras me salve y me diga:
Duerme en paz,
Vive en paz,
descansa en paz.
Paz, para estas navidades y siempre.
Amigos del mundo blog, les deseo un Salvador.
Un hombre o una mujer, que les diga:
Ha nacido en un pesebre Tu Salvador,
ha nacido una Voz que te dice: PAZ, ha nacido tu PAZ.
Quizás no necesitamos que nos nazca un hombre de carne y hueso que nos salve;
sino una voz eterna e infinita
que nos susurre al oído: PAZ.
M.
Le dedico ésta entrada a mis amigos, a los que habitan en mi jardín de Lirio...
Noelplebeyo, Adolfo, Lisandro, Amor, Outsider Y Fero.
Le agradezco la iniciativa a una dama muy especial, Susana.
Su, ya vez, no es solo un hombre, (como se cree)
son seis amigos que me salvan cuando me susurran al oído "PAZ"
desde un jardín de Lirios...
!Que six pack!
Feliz Navidad ♥