"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca,..."
Julio Cortázar
Desde las fosas mas profundas, rescata mi mano y la pone en su boca. Ciega, sin verle, toco su boca; voy tocando suavemente el borde de su boca solitaria, árida y fría. Parecen calles embreadas, alfombradas con polvo, arena seca. Mientras le toco los labios, desde su norte empieza a llover, y mis manos que son como pájaros sin nido, entran a "querer". Boca abandonada, con lengua retraída y guardada, temerosa, esquinada. Abro la puerta de su boca, respiro su calor olvidado, busco la lengua retraída, temerosa, juego con ella poco a poco, día a día, momento a momento, sin olvidar que los ojos se miran, y que los brazos se encuentran.
Miel y leche
hay debajo de la lengua...
(en tu boca).
Miel y leche
hay debajo de la lengua...
(en tu boca).